13 de diciembre de 2009

Derechos Humanos

El 10 de diciembre conmemoramos el Día Internacional de los DerechosHumanos. Es una ocasión para celebrar los derechos alcanzados graciasal compromiso de todas y todos, pero también para recordar a muchaspersonas que todavía carecen de ellos. Desde Amnistía Internacionalentendemos que hoy, como todos los días, tenemos una nuevaoportunidad para seguir trabajando por esas personas y así nodejarlas caer en el olvido. En el mundo, todavía son muchos los Estados que utilizan la torturay la pena de muerte; son muchas las personas perseguidas sólo por susopiniones; hay millones de mujeres y niñas que son víctimas de laviolencia de género, y millones de personas que viven en la másabsoluta pobreza. En nuestro país, las mujeres siguen sufriendo violencia a manos desus parejas o ex parejas<http://amnesty.org.ar/lists/lt.php?id=ZhkGAwEECFRMB1FICggJBw%3D%3D>; los pueblos indígenas son hostigados en sus tierras y sus opinionesno son respetadas<http://amnesty.org.ar/lists/lt.php?id=ZhkGAwEECFVMB1FICggJBw%3D%3D>; y la Argentina es uno de los 81 países en los que se siguepracticando la tortura y los malos tratos<http://amnesty.org.ar/lists/lt.php?id=ZhkGAwEECFZMB1FICggJBw%3D%3D>.


Tortura y malos tratos.
En al menos 81 países en todo el mundo se siguen practicando la tortura y los malos tratos. Argentina es uno de ellos.
Tanto la legislación nacional como la internacional son claras: no hay excusas para la utilización de la tortura, para degradar, humillar o tratar de forma inhumana a una persona privada de su libertad.
Bajo el pretexto de querer combatir la “inseguridad” o la “guerra contra el terror” se violan los derechos humanos y se ha intentado justificar lo injustificable: el uso de la tortura y los malos tratos.
En Argentina se necesita una acción efectiva por parte del Estado para prevenir y erradicar la tortura y los malos tratos en los centros de detención. Es necesario un Plan de Política Penitenciaria que demuestre la voluntad del Estado de cumplir sus compromisos nacionales e internacionales.
Según el Articulo 18 de la Constitución Nacional Argentina, “(...) Las cárceles de la Nación serán sanas y limpias, para seguridad y no para castigo de los reos detenidos en ellas, y toda medida que a pretexto de precaución conduzca a mortificarlos más allá de lo que aquélla exija, hará responsable al juez que la autorice.” Sin embargo, la realidad es otra.
A nivel mundial, uno de los mayores escándalos en cuestión de tortura es lo que ocurre en Guantánamo. Los malos tratos a que son sometidos los detenidos en el centro de detención de Guantánamo son una vergüenza universal, además de una burla para las normas internacionales. Pero Guantánamo no es un caso único, sino que es una muestra más de los atropellos que realizan los Estados incumpliendo su obligación de proteger y garantizar los derechos humanos.
“No hay ninguna circunstancia, absolutamente ninguna, en que se permita la tortura. Ni siquiera en situaciones de emergencia, ni en situaciones de guerra. Los instrumentos internacionales de derechos humanos así lo estipulan. ¿Qué más hay que esperar? ¿Cuántas directrices necesitamos? Apliquémonos a la tarea de hacer cumplir esa normativa”. Louise Arbour, ex Alta Comisionada de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos.

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