Ley de medios K: la seguridad jurídica y el control estatal, ejes de los primeros cruces en el debate
13:40"Esta ley les va a dar mucho trabajo a abogados, jueces y a la Corte", sostuvo el santiagueño Rached. Y la peronista disidente Escudero dijo que los empresarios nacionales tienen "miedo de que el holding K se quede con sus medios". El oficialismo defendió la autoridad de aplicación y el régimen de licencias.
Las dificultades para el oficialismo pueden presentarse en la votación en particular.
En un clima tenso por las sospechas que generaron en las últimas horas los cambios de voto intempestivos y las acusaciones de la oposición, el Senado ya debate la ley de medios K. La seguridad jurídica y el control estatal desataron los primeros cruces. Las primeras voces de la UCR y del peronismo disidente, así como el oficialista Guillermo Jenefes, titular de la comisión de Comunicación, pidieron cambios. Antes, hubo una férrea defensa del ultrakirchnerista Nicolás Fernández de los artículos más cuestionados. Y la mayoría de las voces oficialistas hablaron de "mayor pluralidad" con la norma. Jenefes, titular de la comisión de Comunicación, reclamó que el Senado efectivamente actúe como Cámara revisora de lo aprobado en Diputados. Y pidió que se garantice la "seguridad jurídica". Envuelto en polémica por el paso del proyecto en el plenario de comisiones, ya que firmó el dictamen de mayoría en disidencia sin impulsar cambios, Jenefes aseguró que hará "observaciones" a la ley. También realizó duras críticas a los medios de comunicación y a la oposición en la Cámara baja, por "levantarse de las bancas y no dar el debate". "Debemos respetar los derechos adquiridos a la luz de los derechos que otorgaba la legislación vigente", planteó. También pidió mejoras en la autoridad de aplicación y en el régimen de sanciones y de caducidad de licencias. Y sostuvo que es "excesivo" el rol de la ley en materia de contenidos. También el primer senador de la UCR en tomar la palabra habló de cambios. Fue Arturo Vera, quien criticó que la propuesta K "violenta lo que dicen los foros de periodistas y las asociaciones civiles". También planteó que "los medios deben estar liberados de la influencia del poder de turno". Por su parte, la peronista disidente Sonia Escudero dijo que los empresarios nacionales "tienen miedo de que el holding K se quede con sus medios". Y auguró: "ese será el golpe final a la libertad de expresión en la Argentina". En tanto, el santiagueño Emilio Rached, del Frente Cívico, también apuntó contra las consecuencias jurídicas de la norma. "Esta ley les va a dar mucho trabajo a abogados, jueces y a la Corte", concluyó. El comienzo del debate había quedado en manos de Nicolás Fernández, quien anticipó la postura oficialista, apuntando a la discusión en particular tras la votación en general. Así, defendió puntualmente los artículos más polémicos. Y habló de generar "pluralidad", algo repetido por las voces oficialistas que le siguieron. Afirmó que la ley "no regula contenidos". Y sostuvo que es "un disparate decir que esta ley da un año para desinvertir" a los licenciatarios de medios audiovisuales. El senador K argumentó que la autoridad de aplicación da garantías de transparencia también en ese aspecto. Es otro de los puntos más cuestionados. En el kirchnerismo hay confianza. El jefe del bloque del Frente para la Victoria, Miguel Pichetto, se animó a dar números optimistas: estimó que el oficialismo alcanzará a completar la sanción con "entre 40 y 42 votos" para la aprobación en general y "entre 38 y 39" para la sanción en particular. La sesión estaba convocada originalmente para las 10, pero la chicharra sonó cerca de media hora hasta que el kirchnerismo logró que 37 senadores se sentaran en sus bancas. Tendrá una modalidad algo más rápida que lo habitual, pero igual se prevé que sea maratónica. La discusión en general puede durar más de 12 horas, con un plus de unas 3 horas para el debate del articulado en particular. El ambiente ya tenso desde del debate en Diputados se enrareció en las últimas horas tras conocerse el abrupto cambio del voto de dos opositores que habían anunciado su rechazo a la ley y ahora votarán a favor. El más escandaloso es el caso de la cobista correntina María Dora Sánchez, cuyo viraje quedó envuelto en sospechas de estar ligado a la muerte de un empresario vinculado al gobernador provincial Arturo Colombi. El otro es el del bussista tucumano Carlos Salazar, que de todos modos anticipó que hará objeciones a algunos artículos, como reveló ayer Clarín.
13:40"Esta ley les va a dar mucho trabajo a abogados, jueces y a la Corte", sostuvo el santiagueño Rached. Y la peronista disidente Escudero dijo que los empresarios nacionales tienen "miedo de que el holding K se quede con sus medios". El oficialismo defendió la autoridad de aplicación y el régimen de licencias.
Las dificultades para el oficialismo pueden presentarse en la votación en particular.
En un clima tenso por las sospechas que generaron en las últimas horas los cambios de voto intempestivos y las acusaciones de la oposición, el Senado ya debate la ley de medios K. La seguridad jurídica y el control estatal desataron los primeros cruces. Las primeras voces de la UCR y del peronismo disidente, así como el oficialista Guillermo Jenefes, titular de la comisión de Comunicación, pidieron cambios. Antes, hubo una férrea defensa del ultrakirchnerista Nicolás Fernández de los artículos más cuestionados. Y la mayoría de las voces oficialistas hablaron de "mayor pluralidad" con la norma. Jenefes, titular de la comisión de Comunicación, reclamó que el Senado efectivamente actúe como Cámara revisora de lo aprobado en Diputados. Y pidió que se garantice la "seguridad jurídica". Envuelto en polémica por el paso del proyecto en el plenario de comisiones, ya que firmó el dictamen de mayoría en disidencia sin impulsar cambios, Jenefes aseguró que hará "observaciones" a la ley. También realizó duras críticas a los medios de comunicación y a la oposición en la Cámara baja, por "levantarse de las bancas y no dar el debate". "Debemos respetar los derechos adquiridos a la luz de los derechos que otorgaba la legislación vigente", planteó. También pidió mejoras en la autoridad de aplicación y en el régimen de sanciones y de caducidad de licencias. Y sostuvo que es "excesivo" el rol de la ley en materia de contenidos. También el primer senador de la UCR en tomar la palabra habló de cambios. Fue Arturo Vera, quien criticó que la propuesta K "violenta lo que dicen los foros de periodistas y las asociaciones civiles". También planteó que "los medios deben estar liberados de la influencia del poder de turno". Por su parte, la peronista disidente Sonia Escudero dijo que los empresarios nacionales "tienen miedo de que el holding K se quede con sus medios". Y auguró: "ese será el golpe final a la libertad de expresión en la Argentina". En tanto, el santiagueño Emilio Rached, del Frente Cívico, también apuntó contra las consecuencias jurídicas de la norma. "Esta ley les va a dar mucho trabajo a abogados, jueces y a la Corte", concluyó. El comienzo del debate había quedado en manos de Nicolás Fernández, quien anticipó la postura oficialista, apuntando a la discusión en particular tras la votación en general. Así, defendió puntualmente los artículos más polémicos. Y habló de generar "pluralidad", algo repetido por las voces oficialistas que le siguieron. Afirmó que la ley "no regula contenidos". Y sostuvo que es "un disparate decir que esta ley da un año para desinvertir" a los licenciatarios de medios audiovisuales. El senador K argumentó que la autoridad de aplicación da garantías de transparencia también en ese aspecto. Es otro de los puntos más cuestionados. En el kirchnerismo hay confianza. El jefe del bloque del Frente para la Victoria, Miguel Pichetto, se animó a dar números optimistas: estimó que el oficialismo alcanzará a completar la sanción con "entre 40 y 42 votos" para la aprobación en general y "entre 38 y 39" para la sanción en particular. La sesión estaba convocada originalmente para las 10, pero la chicharra sonó cerca de media hora hasta que el kirchnerismo logró que 37 senadores se sentaran en sus bancas. Tendrá una modalidad algo más rápida que lo habitual, pero igual se prevé que sea maratónica. La discusión en general puede durar más de 12 horas, con un plus de unas 3 horas para el debate del articulado en particular. El ambiente ya tenso desde del debate en Diputados se enrareció en las últimas horas tras conocerse el abrupto cambio del voto de dos opositores que habían anunciado su rechazo a la ley y ahora votarán a favor. El más escandaloso es el caso de la cobista correntina María Dora Sánchez, cuyo viraje quedó envuelto en sospechas de estar ligado a la muerte de un empresario vinculado al gobernador provincial Arturo Colombi. El otro es el del bussista tucumano Carlos Salazar, que de todos modos anticipó que hará objeciones a algunos artículos, como reveló ayer Clarín.
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