lanacion.com propone un repaso por aquellos títulos que exaltaron valores como la complicidad, la reciprocidad y la sinceridad entre sus protagonistas
Complicidad, escucha, atención, reciprocidad, aliento, consuelo y sinceridad son conceptos que se evidencian en las películas y libros de todos los tiempos que centraron su mirada en relaciones inquebrantables de amistad.
Se trata de términos que al cruzar las fronteras de un país logran sortear las diferencias socioculturales e ignoran el paso de una época a otra, sin admitir ambigüedades.
En plena celebración del Día del Amigo, que se festeja hoy a nivel mundial en honor a la llegada del hombre a la luna, lanacion.com propone a sus lectores una recorrida por algunos de esos títulos cinematográficos y literarios que rindieron tributo a la amistad, invitando a reflexionar sobre la esencia de los vínculos construidos. La amistad en el ojo de la pantalla grande
Sin duda, Cuenta Conmigo (Stand by me ), dirigida en 1986 por Rob Reiner y basada en la novela The Body de Stephen King es un film emblemático.
Convertida en un ícono para quienes disfrutan de las propuestas del séptimo arte, narra la aventura de cuatro amigos preadolescentes, con hogares signados por la opresión y la violencia, que en el transcurso de un verano viven su primera experiencia como grupo, al encontrar el cadáver de un joven desaparecido.
Valores como la complicidad alcanzan su máxima expresión en la inolvidable dupla que encarnaron Susan Sarandon y Geena Davis en Thelma & Louise (1991). Allí, dos amigas, agobiadas del trajín cotidiano, deciden emprender un viaje a la montaña en busca de una bocanada de aire fresco y terminan convirtiéndose en fugitivas de la policía.
Video: films sobre la amistad
Otro hito del cine que puso en el centro de la escena el papel que desempeña el compañerismo, esta vez en situaciones límites, fue el film Antes de partir (The Bucket List ), interpretada por Jack Nicholson y Morgan Freedman. El argumento gira en torno a dos personas que, con el fin de no desperdiciar el tiempo que les resta, optan por mirar en retrospectiva su propia vida y se animan a cumplir deseos pendientes.
Siguiendo con la misma tónica, emerge uno de los relatos más adaptados al cine y a la televisión: El Jardín secreto (1993), de la estadounidense Frances Hodgson Burnett, cuya protagonista queda huérfana a raíz de una epidemia de cólera y es enviada a Reino Unido a vivir con un tío, viudo y con un hijo enfermo, con quien enseguida entablará un estrecho lazo.
Los recuerdos de la infancia y los altibajos que acarrea la madurez son los lineamientos principales que rodean a Amigas para siempre (1995). La historia se concentra en los matices que fueron adoptando las vidas de cuatro amigas que se reencuentran luego de 20 años para celebrar el embarazo de una de ellas.
La capacidad de introspección personal que facilitan algunos vínculos originados en la niñez es también abordada desde el cine francés en El jardinero (2006), un film que expone el regreso a su casa de campo de un exitoso pintor de cuadros que le permite un nuevo acercamiento con un antiguo compañero de escuela, algo que lo llevará a repensar varios aspectos de su personalidad.
Leyendas inigualables de amistad brindan también los ya catalogados como "nuevos clásicos" del cine infantil, como representan las historias protagonizadas por los juguetes animados de Toy Story o las aventuras encabezadas por la extraña manada que conforman los personajes de la saga de La Era del Hielo. Algo similar ocurre con la serie de entregas del mago más famoso del mundo, Harry Potter, donde se deja entrever la importancia del grupo de pertenencia a la hora de emprender algunos proyectos personales.
Video: la amistad, en libros y películas
Los amigos que dio la literatura
La literatura también dio grandes amigos. Las referencias a este vínculo tan antiguo como la humanidad en la ficción son incontables, pero aquí se propone una breve recorrida por algunos de los textos más representativos. Por ejemplo, en La Ilíada, tras la muerte de Patroclo, Aquiles decide retomar las armas y mata al jefe troyano Héctor, vengando a su amigo, para el que organiza un extenso funeral.
Quizá por su estructura misma, los relatos de aventuras están plagados de amigos, tal como sucede en Los tres mosqueteros y La isla del tesoro. O Tom Sawyer y su inseparable Huckleberry Finn, imaginados por Mark Twain.
Algunos otros vínculos famosos de este ámbito partieron de relaciones basadas en la desigualdad y terminaron por constituir duplas ampliamente conocidas por el mundo entero, como Robinsoe Crusoe y Viernes, Sandokán y Yáñez en Los tigres de Malasia , Phileas Fogg y Passepartout en La vuelta al mundo en 80 días y, por supuesto, los arquetípicos y tan recordados personajes de Don Quijote y Sancho Panza.
Tampoco faltaron uniones en las historias de detectives. Los inseparables Sherlock Holmes y su ayudante, el Dr. Watson, pueden ser claros ejemplos de esto. El primer encuentro entre ambos se puede espiar en Estudio en escarlata.
En tono de sátira, se alza Bouvard y Pécuchet, la novela inconclusa de Gustave Flaubert en la que dos copistas de París se recluyen en el campo para dedicarse al estudio de todos los conocimientos de la época, cayendo en las contradicciones y desencantos esperables.
"Oigo el sonido que más quiero, el de la voz humana", clama Walt Whitman en Hojas de Hierba, de 1855. Un siglo después, los poetas de la generación Beat también celebraron entre ellos la amistad (y el amor), en vida y obra. Dean Moriarty, personaje central de En el camino está inspirado en Neal Cassady, amigo real de Jack Kerouac y Allen Ginsberg. Este último también lo mencionó en su poema "Aullido".
La literatura de la región también tuvo sus amigos. "No hemos de perder el rumbo /los dos somos guena yunta", le decía Martín Fierro al gaucho Cruz, amigo y compañero de penurias, antes de internarse en el desierto para irse a vivir con los indios. Así como Miguel Cané, en Juvenilia, aprovechaba su prosa para rememorar anécdotas vividas junto a sus compañeros del Colegio Nacional de Buenos Aires.
Muchos años más tarde llegaría a América latina uno de los textos populares más celebrados por el público femenino, Nosotras que nos queremos tanto, de Marcela Serrano, un libro sobre la confianza y la fraternidad consolidadas en el seno de un grupo de cuatro amigas, que aisladas en una casa de fin de semana recrearán momentos gratos de la infancia.
Pero el círculo no podría cerrarse sin considerar La Mesa de los galanes, de Roberto Fontanarrrosa, que deleitó a sus seguidores con una original compilación basada en treinta años de anécdotas y encuentros transcurridos en un bar de la ciudad de Rosario. La obra es indiscutiblemente un claro ejemplo de la solidez que alcanzan algunos vínculos humanos.
En el Día del Amigo, invitamos a nuestros lectores a recordar los títulos de la literatura y el cine sobre la amistad que más les cautivaron.
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